Hermosa, eso quiere decir la H..., no falta el indio que piensa que la palabra es Hijueputa! Pero no, no quiero sumarme al montón que piensa así, por el contrario, quiero dentro de las mejores normas de cortesía referirme a mi hermosa patria, a esta que está llena de cuenteros, cuentahuesos, contadores chimbos y políticos sensatos. Quiero enaltecer nuestras sanas costumbres, no las de robar y matar, esas son costumbres nuestras pero no en esta ocasión, quiero hablar de la aguapanela con queso y de la cuajada con melao, de los burros que se comen documentos importantes y de las filas en saludcoop, esas costumbres tan dignas del colombiano.
Quiero confesar que a mi me criaron con pesichón, pesicola con salchichon, y que mi papá quería que yo fuera el próximo Lucho Herrera, pero ni tuve el talento, ni nací en Fusa, igual ni ganas ni vocación, ojalá mi papá hubiera querido hacer de mi un Juanes, para vivir en Miami y tomarme un año sabático, pero no, "en esta casa no queremos ni artistas ni maricas" decía papá, por desgracia nací en los 80´s, no tuve opción de ser hippie o productor musical, yo nací en una época en que hay que estudiar para ser alguien o por lo menos mas que los papás; nací en una época en que la fotografía y el cine eran carreras "no me joda" y había que ser doctor, médico o abogado, que mas da.
Bueno, así mismo me tocó como a tantos otros millones de colombianos presentarme al ejercito nacional, esa afectación indignante a la que nos tenemos que someter para ver, si aparte de todo, somos aptos o no, dependiendo de lo que le pese, el apellido, usted va o no va; estas tradiciones tan únicas como sopear con el pan entre el café, como dejarse peluquear de una tía, hermana, prima o de la mamá, o esa sana tradición de aprovechar las influencias de los papás, muy a lo Jeronimo y Tomás, igual que Samuel e Iván.
Tengo tantas cosas por recordar y tan poco tiempo que prefiero diferir, como en las novelas, si está buena dejémola a la mitad, y mas adelante traer otra entrega con mas de esos huevos pericos que a usted y a mi nos echaron entre el pan.
Jorge Leonardo Gaitán Guerra
